viernes, 22 de enero de 2016

Me vine a la habitación,
cerré la puerta y la ventana,
abrí la cama
y cerré los ojos;
ahora sólo podías entrar tú.


Sálvame, pensé.

Sálvate tú, cómo dijo Andrés Suarez.
Nos merecemos otra vida jefe, 
aún es demasiado pronto.

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